Consejos saludables para la vuelta al cole .- Salud y Bienestar - Hemeroteca - Diario de la Ribera

2022-09-10 04:52:39 By : Mr. Brent He

Comienza la cuenta atrás para la vuelta al cole y no sólo es importante preparar los libros y afilar los lapiceros, sino mucho más lo es prepararse desde un punto de vista físico y también mental.

Para ello es importante programar, ya desde ahora, el tiempo de estudio, juegos y descanso que tendrán los estudiantes durante la etapa que ahora comienza. Algo esencial para facilitar un buen aprendizaje y para garantizar una correcta adaptación a su entorno social.

El aporte de energía recomendada para cada edad debe ser repartida en 5 tomas al día, con un consumo diario de frutas y verduras, así como una adecuada ingesta de lácteos, cereales, preferiblemente integrales, y recomendar siempre la toma agua como bebida en las comidas, evitando el consumo de bebidas gaseosas u otras bebidas azucaradas, entre otras recomendaciones.

El desayuno es la comida más importante del día, ya que proporciona la energía necesaria para afrontar las tareas matinales y equilibra el reparto diario de alimentos. Los niños que van al colegio sin desayunar se duermen en clase, rinden menos, y tienen mucha mayor tendencia a la obesidad.

Para un desayuno correcto el niño ha de acostarse temprano para que duerma lo suficiente y disponga de tiempo para desayunar. El desayuno ha de tomarse en casa, lo que se lleve al colegio tiene que ser un complemento de este. Un desayuno equilibrado debe estar compuesto por lácteos (leche, yogures, quesos), cereales (copos, gofio, pan) y frutas frescas o zumos naturales.

Es importante evitar la sal, las grasas, las bebidas estimulantes y refrescos, y la bollería industrial. Jamás debe proporcionarse a un niño ningún tipo de bebida alcohólica, aunque tenga una baja graduación.

La merienda es también una comida fundamental que no debe saltarse. Debe constar de alimentos saludables evitando en la medida de lo posible el recurso a la bollería industrial. Mejor incorporar fruta fresca, lácteos o el tradicional bocadillo, que se recomienda elaborar con productos que tengan bajo contenido graso.

La realización de ejercicio físico adecuado a la edad y capacidades del escolar nos permite evitar o controlar la obesidad, en constante aumento entre la población infantil. Limite el tiempo que el niño dedica a permanecer sentado ante el ordenador o televisor y foméntele actividades que conlleven ejercicio. Es imprescindible la práctica de actividad física diaria, al menos 1 hora diaria, tal como se recoge en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Las manos deben lavarse con frecuencia, especialmente después de ir al baño, y siempre que se toquen objetos sucios y siempre antes de las comidas. Las uñas deben cepillarse con un cepillo suave y recortarse semanalmente, dándoles forma redondeada a las de las manos y recta a las de los pies.

Los dientes deben cepillarse cuidadosamente (mínimo 3 minutos) después de cada comida, tras consumir golosinas o dulces, y antes de acostarse. La ducha debe ser diaria, mejor si es antes de acostarse, insistiendo en axilas, pies, genitales y pliegues de la piel. El lavado del cabello con un champú normal y el cepillado frecuente evitan el contagio de piojos. Es muy importante revisar diariamente la cabeza del niño, en especial la zona de la nuca y tras las orejas, para verificar que no hay parásitos.

En caso de detectar piojos o liendres, deberá iniciarse lo antes posible el tratamiento en forma de loción a base de permetrina al 1,5%, que es la opción más eficaz e inocua. Deben respetarse siempre las indicaciones del fabricante, que se adjuntan al producto.

Es muy importante recordar que no deben emplearse los pediculicidas de forma preventiva, ya que generan resistencias en los parásitos y pierden su eficacia, lo que obliga a utilizar en episodios de infestación posteriores otro tipo de productos antiparasitarios más agresivos, y por tanto también más tóxicos para los niños. Sólo debe utilizarse un producto contra los piojos, cuando efectivamente hay piojos.

La mochila debe adecuarse al tamaño y peso del escolar para evitar sobrecargas en espalda, caderas y pies. Debe disponer de tirantes regulables de un ancho mínimo de 4 cm a la altura de los hombros, y con sujeción a la cintura para evitar golpes por oscilación. El respaldo debe ser acolchado y la mochila debe caer sobre la zona lumbar (por encima de las nalgas).

Debemos evitar que las mochilas tengan un peso superior al 10% del peso corporal del escolar La carga debe repartirse en el interior de la mochila, poniendo lo más pesado y voluminoso lo más cerca posible de la espalda, y lo más ligero, más lejos. Los bolsos de colgar al hombro y las mochilas con ruedas quedan desaconsejadas ya que provocan desequilibrio en la correcta postura de la columna y hombros.

Se debe utilizar un zapato cómodo, siendo el cuero el material más adecuado. El zapato deberá tener puntera redondeada y con un tacón de 0,6 a 0,9 cm de alto para los niños de entre 3 y 9 años, así como ser fácil de poner y quitar para fomentar su autonomía Debe quedar distancia entre la puntera del zapato y el dedo más largo. El crecimiento nos obliga a evaluar el ajuste del calzado con frecuencia, cada 3 ó 4 meses para estas edades, porque en ese tiempo puede quedar pequeño para los pies del niño.

Las sillas deben ser regulables en altura y con un respaldo alto que permita el apoyo de la espalda y los pies han de llegar al suelo, quedando las caderas y las rodillas a la misma altura. La mesa debe situarse lo más cerca posible, sin que se arquee la espalda sobre ella.