Helado casero de limón con frutos silvestres. / el norte
Comienza la temporada de excesos: comilonas con amigos, sobremesas que se alargan y acaban en copas y helados que refrescan las calurosas tardes de verano pero, ¿cómo de saludable es este consumo de manera habitual? Lo cierto es que no mucho, y tal y como asegura la profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC, Mariona Bolfegó, renunciar a los postres artesanales y optar por helados ultraprocesados para hidratar el cuerpo no es la mejor opción, de hecho, incrementan la sed más que quitarla.
Pero independientemente de si son o no capaces de saciar la sed, en la mayoría de los casos su consumo está mas relacionado por su dulce sabor. Esa sensación apetecible que se debe al alto contenido de azúcares que, en el caso de un polo de hielo, «equivale a cuatro cucharadas de postre de azúcar». Una cantidad más que suficiente y que se corresponde con lo que la OMS recomienda como el máximo de ingesta diaria. ¿Renunciar al helado es entonces la única posibilidad? Sí y no. Tratar de desechar de nuestra dieta los ultraprocesados es la recomendación más contundente, pero no impide que se puedan hacer ricos helados con ingredientes naturales en casa.
Hay cientos de posibilidades para disfrutar del manjar del verano y que no repercuta a nuestra salud. La clave está en evitar todos aquellos componentes que puedan perjudicar al consumidor. «Hay que evitar los ultraprocesados que incluyen azúcares, grasas, sal y aditivos. Utilizan varios ingredientes como caseína, lactosa, gluten, aceites hidrogenados, jarabe de glucosa o fructosa, conservantes, colorantes, edulcorantes o potenciadores de sabor», añade la profesora. Ingredientes que, además, «pueden convertirse en adictivos porque estimulan el sistema de recompensa del cerebro».
Para no renunciar al postre por excelencia en estos meses, los expertos recomiendan prepararlos en casa. Frutas trituradas y congeladas, leche, yogur, cacao puro, frutos secos, aguacates o dátiles son opciones nutritivas y sanas que se pueden incorporar en esos helados caseros. «Un helado casero con chocolate y frutos secos puede ser bastante calórico, pero no tiene nada que ver con un helado ultraprocesado», añade Balfegó. Otra alternativa es recurrir a helados con una base 100% de yogur natural que se pueden encontrar ya en algunos supermercados,y también pueden ser edulcorados con ingredientes naturales.
Una de las recetas más sencillas y saludables, es el helado de plátano y chocolate. Solo será necesario un requisito: que la fruta esté congelada. Un buen truco es tratar de tener siempre el ingrediente principal refrigerando para que, cuando se antoje el helado, se pueda hacer en tan solo unos minutos. Mezclar y triturar el plátano, la cucharada de cacao puro y dos cucharadas de yogur griego será toda la complejidad de esta rica receta. Saludable, fácil y delicioso en dos minutos.
La elaboración casera de los helados es una posibilidad apta también para las personas con diabetes que en ocasiones tienen que renunciar a estos dulces para mantener el nivel de glucosa a raya. Sin duda, los postres caseros y artesanalesson la mejor opción mientras que los ultraprocesados quedarían atrás en esta lista de recomendaciones. «Los azúcares, las grasas y los aditivos pueden contribuir al aumento de peso corporal, de la glucosa en sangre o del riesgo de sufrir en enfermedades del corazón», asegura. También explica que hay que tener en cuenta la base del helado porque, en caso del helado sea de hielo «el azúcar sube más rápidamente en la sangre», y con el helado de leche «la absorción de los azúcares es más lento».