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Los superalimentos contienen numerosos beneficios para nuestra salud. / FOTOLIA

El próximo día 23 de septiembre entraremos en una nueva estación, el otoño comienza en el hemisferio norte con el equinoccio que tendrá lugar a las 03:04 horas. El verano llega a su fin y con él algunos de los excesos propios de época estival, aunque algunos todavía se encuentran de vacaciones durante este mes la mayoría de los trabajadores se toman su descanso en los meses de julio y agosto y disfrutan del buen clima con una cerveza o un tinto de verano.

El alcohol y las comidas fuera de casa hacen que muchos se apunten al gimnasio en este mes de septiembre. Pero además de realizar ejercicio también es importante cuidar nuestra dieta. En el día a día no siempre tenemos tiempo para comer todo lo sano que quisiéramos, pero existen superalimentos repletos de vitaminas y minerales que contienen propiedades antioxidantes y nos aportan mucha energía que podemos incluir en el menú de forma sencilla.

En este caso hablaremos de las nueces que caen del nogal hacia septiembre-octubre y se recogen rápidamente para evitar que la humedad afecte a la cáscara (se vuelve negra). Así, los últimos tres meses del año son un período perfecto para disfrutar de todas las propiedades de este fruto seco.

Las nueces son un superalimento que reporta numerosos beneficios a nuestra salud. / Fotolia

Existen múltiples opciones para cubrir las necesidades y objetivos de cada persona. Por ejemplo, el jengibre es un remedio casero para el dolor de garganta, el cacao puede ayudar a eliminar la celulitis, la achicoria es un sustituto natural del café o el alga wakame que es un potente quemagrasas.

Entre sus múltiples beneficios para nuestra salud están los siguientes:

Contienen vitamina E, un micronutriente que también interviene en el bienestar de la piel, ayudando a restaurar la humedad, reducir las líneas de expresión y proteger a la dermis de los daños causados por la exposición al sol o la falta de descanso.

Las nueces cuentan con grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas, buenas para reducir el colesterol LDL, también llamado colesterol 'malo'.

Los ácidos grasos omega-3 mejoran la relación entre colesterol bueno (HDL) y malo (LDL), y previenen los ritmos cardiacos erráticos y la formación de coágulos sanguíneos en las arterias, primera causa de infarto.

La vitamina E contiene tocopherol, una sustancia química que podría ayudar a reducir la cantidad de tos y sibilancias del asma. Al tener efecto antiinflamatorio también ayudan a enfermedades de la piel como psoriasis.

Producen un efecto saciante y es recomendable incluirlas en regímenes de adelgazamiento que reduzcan la grasa total al evitar los alimentos ricos en grasas saturadas: hay que recordar que la grasa de la nuez no engorda en sí misma.

Las nueces no pueden faltar en la despensa otoñal y aunque se pueden comer solas directamente, también hay recetas muy originales como esta coca de nueces, crema agria de yuzu, sardina ahumada y níscalos de temporada.

Coca de nueces, crema agria de yuzu, sardina ahumada y níscalos de temporada de El Cencerro. / Juan Carlos Tuero

INGREDIENTES. Para la coca: 200 gr. de nueces, 30 gr. de maltodextrina , 2 gr. de sal y 10 ml. de agua. Sardinas ahumadas, 100 gr. de crema agria (media chalota, 30 gr. de crema de yuzu, 5 cl. de vinagre de sidra y de aceite, 1/2 gr. de sal) y níscalos, sal y pimienta.

- Para la coca, picar muy menudo las nueces hasta que queden como tierra, pero hacerlo a cuchillo. Mezclarlas con el resto de ingredientes e hidratar solo con esa cantidad de agua. Cuando la masa tenga la consistencia deseada, estirarla entre dos papeles de cocina dotándola del grosor que cada uno quiera (aquí finas) y meterlas al horno 30 minutos 130 grados.

- Cortar las sardinas finas como tataki y reservar.

- Para la crema, mezclar muy bien todos sus ingredientes.

- Cortar en dados los níscalos, salpimentar y saltear muy poco.

PRESENTACIÓN. La coca en la base. Untar la crema agria y colocar los trozos de sardina y níscalos. Decorar al gusto con brotes, flores y nueces.