Pasta frola, cómo hacer fácil el tradicional dulce de membrillo

2022-09-10 04:48:25 By : Ms. Na Li

Recetas de cocina fáciles y caserasPasta frola

La pastafrola es una tarta dulce típica y tradicional de la gastronomía de Argentina, Paraguay y Uruguay. Es muy fácil de preparar. Se compone de una base de masa con bordes cuyo relleno suele ser de dulce de membrillo, dulce de batata o incluso de dulce de leche; se cubre con un enrejado de tiras con la misma masa de la base y se hornea para posteriormente ser consumida atemperada o fría, ya sea de postre o como acompañando del mate de la tarde. Su popularidad es tal que incluso cuenta con un día internacional propio, el 18 de julio.

Se dice que esta tarta es de origen italiano pues ya por el siglo VI se encontró por escrito y de forma detallada su elaboración con la masa de sabor neutro. Según se cuenta, no fue hasta después del siglo X cuando se le incorporó azúcar de caña. De la pasta frola, frolla en italiano, surgió la crostata, que parte de la misma base y con el mismo enrejado pero cuyo relleno se realiza con fruta fresca, crema pastelera o queso ricotta.

No te quedes sin probarla porque la textura y el sabor de esta tarta tan delicado como sabroso no te dejará indiferente.

Lo primero que tenemos que hacer es la base de la tarta. Para ello comenzamos haciendo un volcán con 300 gramos de harina de trigo de todo uso previamente tamizada y añadimos en el centro 150 g de azúcar blanquilla, 1 huevo, 1 yema de huevo, 1 cucharada de postre de esencia de vainilla, la ralladura de 1 limón y 1 pizca de sal fina.

Con las manos limpias mezclamos todos los ingredientes hasta integrarlos y obtener una masa de consistencia arenosa.

Incorporamos 150 gramos de mantequilla fría cortada en daditos para que sea más fácil integrarla y, con las manos, la integramos con la mezcla anterior hasta obtener una masa lisa y sin grumos. Formamos una bola con la masa, la envolvemos en film transparente y la refrigeramos al menos durante 30 minutos para poder estirarla sin que se rompa.

Mientras tanto, preparamos el relleno de la pasta frola. Mezclamos 400 gramos de dulce de membrillo con 125 ml de agua caliente hasta conseguir una crema de membrillo homogénea.

Sacamos la bola de masa de la nevera, forramos un molde para tartas de 26 cm de diámetro con papel de horno y procedemos a estirar 3/4 de la masa.

Con un rodillo, le damos forma circular a la masa hasta conseguir un grosor de medio centímetro. Para estirar la masa sin que se rompa, podemos ponerla entre dos hojas de papel de horno.

Ponemos la masa sobre el papel de horno y la metemos en el molde, cortamos a ras del borde del molde la masa que sobresalga y rellenamos la masa del molde con la crema de membrillo. Introducimos la tarta en el frigorífico para que se enfríe.

Procedemos a estirar el cuarto de masa sobrante. Esta vez la estiramos formando un rectángulo y, a continuación, cortamos a lo largo en tiras de 1 cm de ancho. Refrigeramos junto con la tarta al menos durante 15 minutos y encendemos el horno a 180 ℃ con calor arriba y abajo.

El enfriado de la tarta y las tiras de masa se hace ya que la masa tiene un porcentaje elevado de mantequilla y con un poco de calor que haga en el ambiente, y el calor de las manos, se volvería inmanejable. Por ello, es preciso enfriarla para después poder decorarla con el enrejado. Con la tarta y la masa ya frías, formamos el enrejado superior superponiendo las tiras de masa unas con otras.

Introducimos la tarta frola en la segunda guía del horno empezando por abajo y la horneamos a 180 ℃ durante 30 minutos o hasta que veamos que el enrejado se torna de un bonito color dorado. La sacamos del horno y la desmoldamos cuando haya atemperado lo suficiente como para no quemarnos. Esta tarta está deliciosa una vez fría pero estoy segura que más de uno no podrá resistirse a esperar tanto para hincarle el diente. ¡Buen provecho!

Gallega, de las Rías Baixas. Con estudios de delineación y diseño de interiores, mi pasión por la cocina y la fotografía surgió en mí la necesitad de formarme como cocinera. Compartir cada día mis recetas y fotografías culinarias en redes sociales es otra de mis aficiones. Como buena @latoneira mi debilidad son las masas, con una empanadilla ¡soy feliz!